Todos sabemos que los amigos de verdad son los que te ayudan en los momentos malos.
Entendemos el razonamiento de que cuando te va bien, estás rodeado de gente buena o mala, pero no sabes a ciencia cierta quién es quién hasta que la cosa no vaya tan bien y necesites ayuda. Ahí es más fácil saber quién es en realidad tu amigo y quién no lo era tanto.
La diferencia es tener esa oportunidad para descubrir cómo es cada uno, ese momento que separa a unos de otros o, más bien, que nos hacen ver claramente la verdad, cosas que en el día a día pueden pasar desapercibidas.
Pero... ¿y tú?
¿Quién eres tú?
¿Eres una persona "buena" o "mala"?
Si eso se pudiera medir de una manera objetiva, claro.
¿Sabes quién eres?
¿Cómo eres?
Lo más habitual es que contestes que sí, que sabes cómo eres y que eres una buena persona o al menos es lo que intentas. Por regla general todos pensamos eso.
Si te dieran una oportunidad...
El problema es que no podemos saberlo, no es fácil juzgarnos a nosotros mismos. Y es más, una pregunta aún más difícil:
¿Quién crees que podrías llegar a ser si te dieran la oportunidad?
Si no vivieras en una locura de horas de trabajo, tareas por hacer, obligaciones por cumplir y momentos de descanso que necesitas por todo lo demás… ¿quién serías?
Es importante hacer esa distinción e identificarte como persona al margen de tu contexto, tu situación. Muchos creen que esas “cargas” son las que nos definen, pero creemos que más bien son las que nos limitan. Si no haces esta diferenciación, puede ser muy peligroso porque quizá te estés resignando sin darte cuenta a cargar con ellas toda tu vida, porque “es lo que te ha tocado”.
Cuántas personas han dicho o pensado algo como “A mí me gustaría ser X, pero…”.
No puedes dejar que ese “pero” te arrastre, anule tus sueños y te defina. Míralo justo desde la perspectiva contraria. Esas cargas y esos pero, no te bloquean el camino: te señalan la ruta.
Si ese problema es lo que se interpone entre tú y tus esperanzas, ya sabes qué es lo que tienes que cambiar, cuál es tu objetivo a corto-medio plazo.
Ese es el motivo y la importancia de esta pregunta: ¿quién serías si no hubiera barreras que te limitaran?
Es una pregunta bastante más complicada de lo que parece. Todos soñamos con quién nos gustaría llegar a ser, pero no sabemos cuánto de cerca estamos de ello o si algún día sería posible.
Puedes estar soñando con algo imposible o todo lo contrario, mucho más fácil de lograr de lo que parece y nunca lo podrías saber.
Pero ya has descubierto quién eres en realidad
¿O quizás sí puedes saberlo? A lo mejor sólo te hacía falta una oportunidad y ya la has tenido. Esa ocasión de revelar tu verdadero YO, no esa carcasa que todo el mundo lleva de dormir-trabajar-cansancio.
Esa oportunidad que parecía que nunca iba a llegar se llama coronavirus. Más concretamente, confinamiento.
Has tenido más tiempo libre durante el confinamiento, te guste o no. Salvando las distancias (que son grandes) te ha puesto en una situación parecida a lo que harías si no llevaras la vida que tenías hasta ahora, si no tuvieras todas las obligaciones que tenías hasta ahora. En cierta manera, te ha liberado.
Durante el confinamiento nos hizo mucha gracia ver entre los miles de chistes en internet un mensaje que, gracioso o no, es tan real como la vida misma: “Os habéis conocido a vosotros mismos sin salir de casa, eso que os ahorráis del viaje a Tailandia”.
El tono en el que lo dice es sólo para hacer gracia, pero aun así es bien cierto, el confinamiento nos ha dado una oportunidad casi única en la historia.
¿Cómo es la persona que has conocido durante el confinamiento?
¿Estás deseando volver a la rutina de siempre o te han gustado algunos cambios en tu vida, en tu forma de ser?
Aquí habrá miles de respuestas. Dando por hecho que esta crisis global no te ha tocado de cerca (y esperamos que sea así), quizás has tenido tiempo para empezar nuevas actividades, cuidar más tu salud, empezar a hacer ejercicio, mejorar tu dieta, terminar eso que llevabas posponiendo tanto tiempo o disfrutar de lo que apenas podías hasta ahora.
Otros puede que no hayan hecho nada nuevo pero que simplemente hayan dejado de hacer cosas viejas, algunos malos hábitos, actividades que ahora saben que no les beneficiaban o les consumían demasiado tiempo.
Cuando no tenemos tiempo para pensar, hacemos las cosas que hacemos por inercia, simple rutina, sin reflexionar si es lo que queremos hacer o si sólo nos dejamos llevar por la corriente.
Muchos hasta ahora no se cuestionaban su vida y este parón les ha hecho pensar, recapacitar sobre aspectos que simplemente habían aceptado cuando quizás hay otra opción.
Algunos, por desgracia, habrán comprobado que después de años reclamando que no tenían tiempo para sí mismos... no han hecho nada con ese tiempo.
No es el mejor escenario pero también se puede sacar algo bueno de ello, es una señal de que deberías pararte a pensar en qué estás haciendo y a dónde vas a llegar así.
Sin excusas: el tiempo es sólo un medio y tú quien decide
En cualquier caso, todo se basa en tiempo, la moneda de cambio más importante que tienes en tu vida, y no lo que tengas en la cartera.
Un maldito virus nos ha regalado tiempo. Ese tiempo, quizá sin que te dieras apenas cuenta, te ha mostrado quién eres y quién podrías llegar a ser.
Ahora te preguntamos: ¿es de verdad tiempo lo que necesitas?
Porque si la situación ha cambiado y has tenido más tiempo durante el confinamiento, pero eso no te ha servido o no ha solucionado tus problemas... Quizás no sea tiempo lo que necesitas, al menos no sólo tiempo, no es la respuesta a todos tus problemas.
Todos tenemos las mismas horas al día y no todos logramos lo mismo. Es cierto que no todos jugamos en la vida con las mismas cartas (la vida no es justa, sorpresa), pero no deja de ser una excusa.
Si te falta tiempo por algún motivo, no lo consideres una excusa válida para quitarte responsabilidad, sino una razón para solucionarlo y recuperar o aprovechar mejor tu tiempo. Busca el medio para avanzar en tu caso y no la excusa para quedarte donde estás sin remordimientos.
Al final ese tiempo, el confinamiento, lo único que ha provocado ha sido un cambio en ti, en tu forma de actuar o de pensar, y eso sí que puede solucionar tus problemas.
Como nos gusta decir: la vida es simple, que no fácil.
Con suerte este "maravilloso" 2020 te haya enseñado un poco más sobre quién eres, quién podrías ser, qué deberías eliminar de tu vida y qué es lo que en realidad tienes que hacer.
En cambio si te has dado cuenta de que tener más tiempo soluciona tus problemas, entonces piensa qué es lo que te roba ese tiempo que necesitas, si es algo simple de solucionar como cambiar de hábitos o si es un poco más complejo y lo que te roba tu tiempo es tu trabajo.
Si ese trabajo no te hace feliz, no te va a hacer feliz tampoco más adelante y, lo que es peor, te está prohibiendo que seas feliz haciendo lo que te gusta… quizás necesitas cambiar de trabajo.
No será ninguna sorpresa para ti, vale, mucha gente quiere cambiar de trabajo. Lo importante es que ahora sabes todo lo que te estás perdiendo mientras no lo haces, todas las posibilidades que tendrías a tu alcance si dieras el paso.
Si lo miras así y te olvidas un poco del dinero, que a veces parece que nos nubla la mente y es lo único que importa, es muy poco lo que tienes que perder y muchísimo lo que podrías ganar.
Más de una vez hemos pensado en aquello de “la ignorancia es la felicidad” porque es más fácil elegir una opción mala, que no nos beneficia en lo más mínimo, si creemos que es la única posibilidad.
En cambio, cuando sabes que hay más opciones, ya no es tan sencillo seguir eligiendo la misma mala opción, aunque a veces nos gustaría porque es la que menos esfuerzo requiere.
Porque siempre habrá otra opción, pero si la ignoras es fácil quejarse y echarle la culpa de tus problemas a otro, ya sea tu pareja, tu jefe, el gobierno o la sociedad capitalista en general.
Sentimos mucho el spoiler pero, por lo general, sí que tienes en tu mano el hacer algo para mejorar tu situación, aunque puede que requiera esfuerzo y algún que otro sacrificio.
Ver la diferencia en algo tan simple como poner excusas ante un problema o empezar a buscarle solución, puede ser lo que separe quién eres de quién quieres ser.
Otros pensamientos que te podrían interesar