Un año más ha pasado, otro que se pasó volando.
De entrada eso ya nos parece algo bueno, quiere decir que ha sido de todo menos aburrido.
Para continuar con la tradición que empezamos en Párate a Vivir hace un año, volvemos para hacer balance de todo lo que ha pasado durante los últimos 12 meses para después poder reflexionar sobre los aprendizajes y seguir mejorando.
Qué ha ocurrido
Va a sonar a tópico, lo sabemos, pero si a principios de 2021 nos dijeran todo lo que iba a pasar en ese año, no nos lo hubiésemos creído.
Han sido 12 meses muy intensos, de constante aprendizaje y superación tanto personal como profesional. Y es que este año ha sido cuando ambos aspectos han estado más juntos.
Todo el tema Covid vamos a dejarlo un poco de lado porque ya sabemos qué ha pasado este año, las restricciones que ha habido, las preocupaciones que todos hemos tenido, las pérdidas humanas…
Nosotros estamos agradecidos porque no nos ha tocado de cerca la peor parte de esta pandemia, las únicas pérdidas que hemos tenido, no están relacionadas con el virus.
En enero empezamos una formación de 3 meses sobre marca personal y emprendimiento con Marta Sanz para aprender a gestionar Párate a Vivir de una manera profesional.
En aquel momento todavía no lo sabíamos, pero la que fue nuestra tutora en la END, se convertiría en nuestra mentora y amiga a partir de entonces.
A la vez, descubrimos las formaciones que impartía Enrique Jurado sobre coaching en D’Arte Human & Business School y nos apuntamos a un curso que, sin saberlo, nos ha cambiado la vida.
No lo decimos a la ligera.
Lo que aprendimos en ese curso cambió nuestra mentalidad y nuestras planes de vida, empezando por nuestro camino profesional, pasando de “queremos ser expertos en desarrollo personal y ayudar” a “queremos ser coaches y ayudar”.
Este cambio se afianzó después con su Máster en Coaching profesional con Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística (PNL), que empezamos en abril.
Ha sido de lejos la formación más intensa que hemos hecho en nuestra vida y todavía nos queda mucho por asimilar, pero estamos encantados y agradecidos por haber invertido en este Máster y, en definitiva, en nosotros.
Nos ha permitido entendernos mejor a nosotros mismos (nuestros pensamientos, emociones o por qué hacemos lo que hacemos), nos ha enseñado a gestionar de una manera muchísimo más sana nuestras relaciones personales y en definitiva nos ha dado las herramientas para seguir creciendo.
Cada vez que nos damos cuenta de cómo hemos cambiado nuestra mentalidad, siempre llegamos a la misma pregunta:
¿Cómo es posible que esto no lo enseñen en la escuela antes de enfrentarte al mundo?
Nuestra vida hubiera sido mucho más fácil si hubiéramos contado con estas herramientas de autoconocimiento y desarrollo personal hace 10 o 15 años.
Sin duda, ha sido el aprendizaje más valioso que hemos tenido, por encima de la escuela, el instituto o la universidad; lo que da mucho que pensar.
Pero antes de todo esto, por si fuera poco, en marzo creamos nuestro taller grupal Ágora, del que tienes más información aquí.
Esta primera edición fue un éxito absoluto.
Hubo una gran participación, grandes historias compartidas, palabras preciosas al terminar cada sesión y lo más importante: personas que sienten que han progresado tanto que decidieron regalarnos testimonios en vídeo como agradecimiento.
Ahí fue cuando sentimos por primera vez y de una forma más directa que estábamos ayudando a otras personas a cambiar su vida, pero no sería la última vez durante este año, sigue leyendo.
Así, de formación en formación, con el increíble crecimiento personal que tuvimos esos meses gracias al Máster en Coaching y el crecimiento profesional que vivimos al disfrutar de la primera experiencia en Ágora llegamos a verano.
Bueno, casi, porque antes empezamos a realizar nuestras primeras sesiones de coaching para rellenar los pocos huecos libres que nos quedaban.
Si aprender sobre nosotros mismos a través del coaching y acompañar a tantas personas en Ágora ya fue maravilloso… las sesiones de coaching están a otro nivel.
No es fácil explicar lo que se siente.
Durante una sesión de coaching, no sabes qué va a pasar, en qué tema nos vamos a centrar, cómo se va a desarrollar o qué resultado va a tener, ya que el control lo tiene casi por completo el cliente o coachee.
Además, durante la sesión estás volcado al 100% en la otra persona.
Casi “dejas de pensar” en cierta manera, por lo que no es hasta el final, cuando ya ha acabado la sesión y se reflexiona sobre lo que ha ocurrido, que realmente te das cuenta de lo que otra persona ha conseguido gracias a tu apoyo.
Hay una persona al otro lado de la pantalla dándote las gracias, cuando sientes que eres tú el que quiere darle las gracias (que lo haces), porque una vez que te despides y terminas la videollamada… es una explosión de felicidad increíble.
Cada vez que terminábamos una sesión, saltábamos de la silla, nos contábamos el uno al otro lo increíble que había sido, qué técnicas o dinámicas hemos usado y el resultado que habían dado.
Cada día que haces una sesión de coaching tienes un subidón que te dura el resto del día, estás como flotando.
Esa fue la confirmación.
Ahí supimos que esto era lo que queríamos hacer, que este es nuestro camino.
Estas sesiones de coaching todavía no las hemos ofrecido como deberíamos con su propia página en la web, pero si te interesa, escríbenos porque estaremos encantados de apoyarte (siempre y cuando sea un tema con el que podemos ayudarte, claro).
Lo dicho, que todavía no entendemos cómo hemos sido capaces de llevar adelante tantas cosas durante el 2021 y sólo hemos comentado lo ocurrido de enero a julio, así a ojo.
Porque a principios de verano empezamos a rediseñar Párate a Vivir de arriba abajo. Fuimos aplicando todo lo aprendido en la primera mitad del año y en la segunda mejoramos todo el proyecto, el mensaje que mandamos nosotros en la web, en RRSS y por supuesto en los servicios que ofrecemos.
Ha sido un trabajo muy intenso de redescubrimiento junto a Marta Sanz de nuevo, pero también con Mati Ortiz de Letras Nómadas, un grandísimo copywriter, emprendedor, mentor y cómo no, también amigo ahora.
El resultado ha sido un rediseño y muchas mejoras en Crea tu camino, Ágora y todo Párate en Vivir en general a partir de septiembre-octubre.
También fue el momento en el que creamos Orienta tus pasos, un curso en vídeo de más de una hora con 5 módulos y descargables para aplicar todo el contenido, con el que podrás identificar y superar tus bloqueos.
Entonces llegó la última parte del año, la más dura de todas sin duda: durante el mes de noviembre hemos estado bastante desconectados de todo tras la muerte de Toby, nuestro perrito y compañero durante 16 años.
Para el que no ha tenido una mascota que ha querido como a un familiar más puede que sea complicado de entender lo que se siente.
Pero al fin y al cabo, por mucho que tuviera algo más de pelo que un ser humano, era un miembro más de la familia con el que convivíamos y con el que compartíamos todo, absolutamente todo cada día durante muchos años.
Aún con el dolor, seguimos adelante y para diciembre, empezamos a organizar la siguiente edición de Ágora, junto a un nuevo reto que hemos llamado El mejor año de tu vida, que pusimos en marcha a finales de enero de 2022.
Han pasado muchas más cosas este año, pero a grandes rasgos y para no extendernos más, esto es lo más importante de nuestro 2021.
Qué ha significado para nosotros
Sinceramente, creemos que ningún año hemos cambiado tanto como lo hemos hecho en el 2021.
Y mira que un año de Erasmus te cambia mucho, o independizarte, o irte a vivir al extranjero, o empezar a trabajar o irte de locos a dar la vuelta al mundo.
Pero todo eso se queda en nada comparado con el cambio que ha supuesto para nosotros, para nuestra forma de ser y de pensar, el gran desarrollo personal que hemos tenido.
Entramos en una formación para ser Coach profesional, para apoyar el cambio de vida de otras personas, sin saber que lo primero que iba a cambiar era nuestra vida.
Esto no sorprenderá a ningún Coach ya que, una parte esencial de la formación necesaria para ser un buen profesional es precisamente ese cambio.
Ser tu mejor versión y aprender de tu mundo interior para poder usar las herramientas necesarias durante una sesión de coaching y saber cómo “apagar” el resto de ti, para que no interfiera.
Por poner un ejemplo, no se nos ocurre nada más alejado de un Coach que un cuñado en navidad: un Coach no te dice lo que tienes que hacer, no tiene la solución o la respuesta perfecta para ti, no es más que nadie.
Es justo al revés, el Coach está ahí para ti, simplemente acompañándote en tu propio camino en el cual tú tomas todas las decisiones y llegas a tus propias conclusiones.
Tampoco somos entrenadores de ningún deporte, mentores, gurús, chamanes ni los que se dan la vuelta en La Voz de Antena 3.
Un Coach es una persona que ha decidido aprender sobre sí misma, mejorar su autoconocimiento, crecer y desarrollarse de manera que es capaz de estar ahí para ti.
Te escucha con toda su atención para después usar técnicas de coaching para que tú identifiques y sepas gestionar los cambios que quieres en tu vida.
Y sí, entre esas técnicas la más utilizada y conocida es la pregunta, pero siempre una pregunta planteada desde la información que el cliente da, no desde el conocimiento propio del Coach.
Una sesión de coaching es una experiencia que no se entiende hasta que has terminado una sesión y empiezas a comprender lo que ha ocurrido en apenas una hora.
Si quieres probarla, escríbenos y agendamos una primera sesión de contacto.
Por otro lado, este año también ha significado un gran crecimiento a nivel profesional.
Párate a Vivir ha crecido a un ritmo muy acelerado, tanto que aún no tenemos una página en la que presentemos estas sesiones de coaching, que hemos bautizado como Psique.
Sí que hemos renovado la página de Crea tu camino y creado las páginas para Ágora y Orienta tus pasos.
El taller grupal, Ágora, ha sido para nosotros una gran sorpresa porque nunca hubiéramos pensado que íbamos a disfrutar tanto unos encuentros grupales.
Al final, aunque sí que damos una base teórica, se parecen mucho a una sesión de coaching en el sentido de que no sabemos cómo terminará cada encuentro.
Llega un momento del encuentro en el que se abre el debate para que cada uno comparta o pregunte lo que quiera y, a partir de ahí, podemos llegar a cualquier conversación.
Y hemos de decir que han surgido debates y confesiones tan potentes como inesperadas.
Eso sí, el aspecto que no podemos olvidar en ningún caso es cómo nos marcaron esos primeros “Gracias” que salen del corazón, ese momento en el que una persona que hace unas semanas no conocías de nada y todavía no hemos visto en persona, te dicen lo agradecidos que están con palabras, pero también con su mirada.
Quizás fue en ese momento en el que comprendimos del todo el significado de tener un propósito en la vida, y no sólo un trabajo que te da dinero.
Desde entonces no necesitamos nada más para saber que no nos equivocamos cuando dejamos nuestra antigua vida, recogimos todo y nos fuimos a crear y disfrutar una nueva, a la vez que dábamos forma a Párate a Vivir.
Éxitos y aprendizajes
Echando la vista atrás, es sorprendente todo lo que podemos vivir en un año o lo vacío que puede ser si sobrevivimos en piloto automático.
Durante 2021 probablemente hemos vivido, aprendido y crecido muchísimo más que en todos los años que pasamos estudiando en la universidad.
Esto en sí es ya un gran aprendizaje, pero lo dejamos mejor para otro momento. Vamos con los principales aprendizajes de este año.
Eso sí, te recomendamos que si quieres hacer algo parecido, vayas anotando todo lo que te ocurre a lo largo del año y los éxitos y aprendizajes que sacas de ello, porque si esperas a final de año para echar la vista atrás… es probable que te dejes mucho en el tintero.
1. La mejor inversión que puedes hacer, siempre vas a ser tú
Ahora está muy de moda ser inversor. Y ya, si quieres ir a la última lo suyo es el bitcoin o alguna otra criptomoneda todavía más reciente.
Al margen del riesgo que puedan correr tus ingresos, el concepto no puede ser más positivo: piensa en ti, en tu futuro (dejemos de lado los deseos de riqueza material mejor).
Pero en realidad, si quieres invertir porque piensas en ti y tu futuro…
¿Qué mejor que invertir, directamente en ti?
Cada día y muy poco a poco, el desarrollo personal y la preocupación por la salud mental van ganando terreno y saliendo de ese lugar oscuro donde lleva demasiado tiempo, considerado como algo muy místico/hierbas o que sólo servía para perdedores que necesitan “otro libro de autoayuda”.
No criticamos a nadie, tampoco podríamos hacerlo porque somos los primeros que no valorábamos el autoconocimiento hace pocos años.
Por suerte (la que buscamos), esto cambió y ahora, que nos hemos metido de lleno, comprendemos su potencial y lo importante que es para cualquier persona si quiere sacar el máximo partido a su vida (y lo fácil que es malinterpretarlo).
En cualquier caso: ¿Por qué no nos prestamos atención hasta que no nos queda más remedio?
Es bastante habitual esperar a estar muy mal para pedir ayuda a un profesional.
O esperar a que estemos al borde de un ataque de ansiedad para tomarnos un tiempo y descansar, ponernos a nosotros primero.
Nosotros pensamos que tú eres tu primera prioridad, sin condiciones, por eso durante este año hemos invertido muchísimo tiempo y dinero en nosotros mismos, nuestro crecimiento, nuestra felicidad y nuestro proyecto de futuro: Párate a Vivir.
Tanto tiempo que es (casi) lo único que hemos hecho en todo el año y no nos arrepentimos de nada.
Más adelante, algunos dirán que vivimos del aire, que hemos tenido suerte, porque no sabrán que sólo durante 2021 hemos dedicado a Párate a Vivir 3433 horas y 28 minutos.
Es más de lo que cualquiera trabaja al año en un trabajo "normal" de 40 horas a la semana, pero con una pequeña diferencia: sin saber si nos va a dar dinero.
Incluso es mejor todavía, porque durante ese tiempo también hemos invertido mucho dinero.
Para que te hagas una idea más tangible con la inversión económica, han sido 3.528,55€ en formación este año y 4.810,55€€ para hacer crecer Párate a Vivir desde que nació.
En total, son 8.339,1o€ invertidos en nosotros.
Esta inversión en nuestro desarrollo personal y profesional,
ha supuesto un cambio de vida completo.
No encontramos otra manera de definirlo, porque las personas que somos hoy han dejado muy atrás a quienes éramos hace apenas un año.
Nuestras metas e inquietudes han cambiado completamente, a la vez que nuestra forma de ver la vida también lo ha hecho.
No vamos a decir que sea mejor, pero sí que nos hace más felices.
¿Qué más podemos pedir?
2. Los únicos límites que tienes son los que te pones tú y, así, defines quién eres
En uno de los talleres de Ágora hablamos sobre los miedos y cómo nos afectan.
Incluso, si se lo permitimos, nos paralizan y toman el control de nuestra vida, haciendo que no avancemos o llevándonos a sitios a los que no queremos ir.
Estos miedos son como una relación tóxica: empiezan muy poco a poco para que no te des cuenta y su primer paso son los límites que te pone y que están en tu cabeza.
“Tú no vales para eso”
“Eso no es posible”
“Si lo intentas seguro que…”
“Imagina lo que pensarán de ti…”
“No vas a poder”
Así hasta que cedes, le das la razón y tomas un camino más seguro, más fácil.
Nosotros nunca hemos prestado mucha atención a los límites.
Hemos tomado decisiones que para otros serían impensables y que, por supuesto, creían que nos iba a llevar al desastre (algunos todavía lo piensan), pero este año hemos ido un paso más allá.
Hemos aprendido que, esa forma de vivir que ya intuíamos, es más importante de lo que creíamos y se puede aplicar a otras áreas en las que hasta ahora no nos habíamos atrevido.
Ahora, vamos un paso más allá y ante una encrucijada, somos capaces de saber qué opciones o caminos son los que queremos tomar y cuáles son caminos que nos han planteado nuestros miedos en realidad.
Cuando no sabes la diferencia, es muy fácil tomar el camino equivocado y creer que es lo mejor que podías hacer en ese momento.
Y todo parte de la idea del título, de ser consciente de que tus límites te los pones tú.
Si te gustaría ser como una persona que admiras y piensas que es capaz de algo que tú no… esa diferencia la estás poniendo tú, no estaba ahí antes de que llegaran tus miedos.
Al hacerlo, defines quién eres de la misma manera que al dibujar los límites de una figura, le estás dando forma.
¿Cómo evitar o superar esos límites?
Buena pregunta. Miedos hay tantos como maneras de entenderlos, por eso les damos tanta importancia en Ágora, pero te damos un consejo: no les temas, no huyas, escúchales, entiende qué quieren decirte.
Y recuerda que tú no eres tus pensamientos, ahí dentro pasan muchas cosas que no puedes controlar y no te representan.
3. El primer paso para cualquier cambio es ser más consciente, permitirte ver otras perspectivas
Este aprendizaje es tan grande que merecería varios artículos y un taller del tamaño de Ágora para él solo.
Durante este año hemos vuelto una y otra vez a esta idea con cada experiencia, con cada nuevo módulo del Máster de Coaching, en cada encuentro de Ágora y en cada sesión de coaching que hemos hecho.
Un paso imprescindible para ver una solución que no encuentras es encontrar la manera de ser más consciente, de ver qué pensamientos das por válidos y te están limitando, de manera que cierra tus opciones hasta llegar a un callejón sin salida.
Y hay muchas herramientas para ser más conscientes, entre ellas cómo no, están el coaching o la PNL.
Aunque para empezar por tu cuenta, siempre puedes usar el método más simple y antiguo pero aun así efectivo (sería algo así como la rueda del desarrollo personal).
Cuestiónate todo, empezando por supuesto por aquello que NO te estás cuestionando, lo que “es así y ya está”, porque ahí está el camino que ahora mismo ves como un callejón sin salida.
Y, si pensar es una posibilidad, la otra es la acción, y eso sí que lo hemos confirmado pero bien este año.
No todo en esta vida es pensar, al final el resultado sería el mismo que dejarte guiar por tus miedos: bloqueo, parálisis.
Pasar a la acción sólo lleva el éxito, a través del acierto o del aprendizaje pero al final llegas al éxito, el único fracaso es no hacer nada.
Pero para llegar a esta forma de mentalidad, también es útil cambiar tu forma de ver la vida de una mirada pesimista a otra más positiva.
¡Pero cuidado! Pensar en positivo no es ver el mundo de color de rosa ni sonreír cuando estás triste, es comprender que tú decides cuándo has fracasado y cuándo has aprendido.
Si puedes hacer eso, tu vida cambia, te conviertes en otra persona.
En cualquier caso, no todo es pensar sin pasar a la acción ni pasar a la acción sin pensar: busca el equilibrio entre ambos, el punto medio (o mesotes como dicen los antiguos griegos).
Si hay que elegir, pasa a la acción (aprenderás más), pero en algún momento será mejor pararse a pensar para poder asimilar todo lo aprendido y volver a poner el foco en lo que quieres.
Todos estos aprendizajes y otros que nos guardamos vienen sólo de ser más conscientes y prestar atención a lo que ocurre en ti y a tu alrededor en cada momento.
4. Si sólo quieres un consejo, que sea este: sé humilde
Quizá entramos en un terreno algo ambiguo, porque la humildad puede significar algo distinto para cada persona, pero es un valor importante que nos puede ayudar en algunos momentos en los que no actuamos como nos gustaría.
Hay ciertas situaciones donde no sacamos lo mejor de nosotros, que son más comunes de lo que parecen y en las que si te paras un segundo y te planteas si estás siendo humilde, tu reacción puede cambiar completamente.
Este año lo hemos vivido en nuestras carnes, ya que todo lo que hemos aprendido en el Máster de Coaching lo hemos ido interiorizando a la vez que lo llevábamos a la práctica.
Hemos cambiado nuestra forma de ser y de relacionarnos con los demás, empezando por nuestra propia relación como amigos, pareja y compañeros de trabajo.
No ha sido fácil y cada uno ha trabajado algún aspecto que se le traba de su personalidad y le estaba perjudicando a la hora de expresarse de cara al otro, pero el resultado ha sido brutal.
Y la conclusión más sencilla a la que hemos llegado para aunar ese cambio ha sido este aprendizaje: sé más humilde.
En el momento que te bajas de tu propio pedestal y te analizas, desaparecen el orgullo, la vanidad, el ego… todas esas “construcciones humanas” que nos pueden fortalecer en algunos momentos pero que no nos llevan a ninguna parte el resto del tiempo.
Estamos convencidos de que el camino al éxito pasa por equivocarse una y otra vez.
Pero si no eres humilde, no aceptarás que te has equivocado, no aprenderás y no podrás avanzar.
Tu orgullo te puede destruir, porque si no aceptas el fracaso, le tendrás miedo y temer al fracaso al final es tenerle miedo al éxito.
Una persona humilde se permite ser como quiere, libre, sin miedo hacer el ridículo o a parecer menos, porque no le preocupa lo que otros piensen.
Una persona humilde escucha con verdadera atención porque valora lo que la otra persona dice, su opinión no está por encima de los demás, y al escuchar aprende, tiene relaciones más fuertes y sanas, además que una persona que escucha después es escuchada.
Piensa por ejemplo cuando viene la típica persona que dice que es mejor que nadie, que lo sabe todo y que le escuches porque tiene la respuesta que necesitas.
¿Cuánto tardas en desconectar?
Por otro lado, las cosas no siempre salen como quieres y no pasa nada, acéptalo con humildad y podrás resolver la situación o buscar nuevas posibilidades sin perder el tiempo en tratar de salvaguardar tu honor y dejar claro que no te ha afectado, cuando sí que lo ha hecho.
Podemos decir muy orgullosos (sí, lo hemos dicho queriendo) que hemos aprendido el verdadero valor de la humildad y cómo te permite despegarte del resultado para centrarte en cómo te sientes con todo lo que tú has hecho, sabiendo que has sido tu mejor versión y valorando todo lo que has aprendido y avanzado.
Sé humilde y permítete ser tú, confía en ti y sigue adelante, paso a paso, error a error, así irás aprendiendo y mejorando hasta conseguir lo que quieres.
Todo lo demás no son más que maneras de defenderte o esconderte cuando tienes miedo.
5. El secreto de la vida es tener un para qué o propósito, eso es lo que te da la felicidad y no cumplir tus objetivos
Y para el final hemos dejado el aprendizaje que, si bien no es nuevo para nosotros, este año ha cobrado más importancia que nunca, porque por fin lo hemos vivido con Párate a Vivir.
Un aprendizaje además que no es nada fácil explicar con palabras, no se comprende del todo hasta que no lo sientes, mucho más complicado poder hacerlo entender aquí en unos pocos párrafos.
Estamos hablando de sentir, vivir, tu propósito.
Tener uno de esos momentos de plenitud y felicidad desbordante porque haces lo que te gusta, te apasiona, y ves cómo has ayudado a otras personas. Es ese momento en el que sabes que lo que haces tiene sentido y lo harías cada día de tu vida.
En nuestro caso, Ro ya lo había experimentado en algunos momentos concretos cuando era maestra pero con lo difícil que era encontrar el puesto que ella quería, decidió no seguir por ese camino, tras demasiados años de frustración haciendo todo lo que le exigían para simplemente poder hacer su trabajo (y ni por esas, oye).
Pero Juan, como ingeniero informático, por mucho que hubiera tenido días maravillosos, casi mágicos, en los que había completado algún proyecto importantísimo o solucionado sin ayuda un problema que requirió todo su ingenio… nunca había sentido esa satisfacción que sí tuvo con las sesiones de coaching.
Ese momento que comentábamos más arriba y que ambos vivimos tanto al acabar las sesiones de coaching como tras un encuentro de Ágora.
Esa sensación de saber que podrías repetir eso todos los días de tu vida, que te invade una felicidad enorme por haber podido ayudar a otras personas y comprobar cómo les ha cambiado un pedacito de sus vidas.
Era curioso como, a la misma vez que las personas con las que trabajábamos encontraban las respuestas que les faltaban, nosotros también lo hacíamos, en forma de confirmación.
Es lo que se siente cuando cumples esa frase tan manida, pero tan cierta, de “Disfruta de tu trabajo y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”.
Si encuentras la manera de vivir de lo que te apasiona y te hace sentir una plenitud absoluta, quiere decir que tienes tu propósito, que le has dado sentido a tu vida.
Sencillamente, sabes para qué te levantas cada día, qué te motiva a disfrutar al máximo tu vida y te permite avanzar.
Tu propósito no es la respuesta mágica a todos tus problemas, pero sí es cierto que no tenerlo puede ser parte de la causa de tu sensación de malestar, el sentir que tu vida no tiene sentido o está vacía, que si no te levantaras de la cama hoy no le importaría a nadie.
Cuando tienes y sigues tu propósito, todo lo que haces cobra sentido, tiene un para qué. De pronto, quitas el piloto automático de tu vida.
Conclusiones
Escúchate, permítete sentir y, después, cuestiónate todo para encontrar la puerta secreta en el callejón sin salida
Todos hemos escuchado alguna vez aquella frase de Einstein, “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, y creemos que se refiere a cambiar nuestras acciones y seguir como si nada.
Pero parece que no podemos cuestionarnos a nosotros mismos, lo que nosotros hacemos igual: la manera de pensar, de gestionar nuestros sentimientos, de relacionarnos con otras personas, de tomar decisiones…
Quizás es una mala interpretación de esa idea tan repetida en las películas de “Confía en ti y sigue adelante”, donde parece que seguir tu instinto es hacer lo primero que pasa por tu mente, confiando en que va a salir bien.
En nuestra opinión, confiar en ti es saber que puedes equivocarte y no pasa nada, un fallo no daña tu autoestima ya que es parte de tu camino, no eres menos.
Que confiar en ti, también significa saber que tienes mucho por aprender y que estás en un camino muy largo donde si hay algo que cambiar, probablemente seas tú y eso es bueno: significa que puedes cambiarlo, nada te lo impide.
De ahí el aprendizaje sobre la humildad.
Una vez que empiezas a escucharte, a cuestionarte todo en ti y tu vida, surgen muchas contradicciones a las que puede costarte enfrentarte si no es con una mentalidad de total aceptación y humildad.
Si quieres que tu vida cambie, prepárate para cambiar.
Deja de hacer lo que tienes que hacer y Párate a Vivir
La vida es muy corta para que tu camino esté marcado y definido por obligaciones.
Sólo tienes una oportunidad de vivir así que te aconsejamos que tomes las decisiones que te acerquen a lo que tú quieres y no a lo que te da menos miedo.
Puede que no sea fácil, pero te aseguramos que será muchísimo más divertido.
Si tú también sientes (como nos pasaba a nosotros) que la vida con la que soñaste cuando eras más joven ya no es lo que quieres o te exige unos sacrificios que no quieres hacer… déjalo.
Cuando crecimos comprendimos que hay muchas personas viviendo con la mentalidad de que la vida es un continuo esfuerzo, obligaciones y compromisos hasta que te jubiles y entonces, sólo entonces, podrás ser libre y disfrutar de todo lo que has sembrado durante tantos años.
Eso no era lo que queríamos nosotros y sabemos que hay muchas otras personas, como tú, que tampoco quieren esperar para ser felices, para disfrutar con lo que hacen y no sentirse como esclavos con unas semanas de vacaciones pagadas al año (oh, gracias).
Nunca es tarde para dejar de vivir en automático, coger las riendas de tu vida y empezar a tomar tus propias decisiones.
De la misma manera, nunca será el momento adecuado o perfecto para hacerlo ni dejará de darte miedo.
Tu situación no va a cambiar ni te va a dar la señal que esperas.
Eres tú quien quiere el cambio y, por tanto, quien empezará el cambio.
Si no sabes cómo hacerlo, ya tienes un primer paso: busca la manera de descubrir qué quieres y cómo lo vas a conseguir.
Así nació Párate a Vivir y eso es justo lo que ofrecemos, las herramientas de desarrollo personal para identificar ese cambio que quieres y saber cómo gestionarlo.
Revisión objetivos 2021
Estos objetivos nos sirven como punto de partida para los objetivos de este nuevo año:
1. Ayudar a 10 personas
Cuando definimos este objetivo, nos parecía una manera de motivarnos pero estábamos en una fase tan prematura que no soñábamos con hacerlo realidad.
Y aun así, lo hemos logrado.
Durante el 2021 podemos decir que hemos ayudado a, por lo menos, 13 personas.
Para ser totalmente honestos hemos contado sólo aquellas personas que nos han hecho un testimonio en vídeo.
Aunque hay otras personas a las que sabemos que hemos ayudado y quizás no hicieron el vídeo porque les daba vergüenza, hemos querido asegurarnos de no contar de más.
En realidad no importa mucho porque cada una de sus palabras de agradecimiento, para nosotros, ya nos daban este objetivo como cumplido.
Cuando empezó el 2021 no esperábamos tener esos momentos tan inolvidables al acabar un encuentro de Ágora o una sesión de coaching de Psique.
Gracias a todos los que decidisteis dar el paso y dedicar tiempo a vuestro desarrollo personal con nuestro apoyo.
2. Sentir que tenemos un proyecto estable
Aquí la respuesta es ya más relativa, porque sí, es verdad que nos hemos adaptado por completo a esta nueva forma de vida y hemos cumplido el primer objetivo…
Pero quizás el proyecto no es todavía todo lo estable que nos gustaría y todavía no nos permite dejar de apoyarnos en nuestros ahorros.
3. Si el coronavirus lo permite, retomar la vuelta al mundo
Decir que el coronavirus no lo ha permitido no es del todo cierto, porque viajar se ha podido, pero hemos sido nosotros quienes hemos decidido que no era el momento.
La situación mundial ha pasado por muchas fases y la vacuna no llegó hasta finales de verano, así que preferimos esperar y seguir poniendo el foco en nuestros planes de desarrollo personal y profesional.
En realidad, no hemos tenido mucho tiempo para plantearnos el retomar la vuelta al mundo, pero siempre ha estado presente.
Objetivos para 2022
No somos mucho de marcarnos objetivos a largo plazo, somos más de dejarnos llevar, de fluir según lo que vaya surgiendo y cambiar de plan sobre la marcha.
Es parte de nuestra forma de ser: Juan prepara el plan y lo calcula todo para tener esa seguridad que te da el saber que, en caso de duda, tienes una manera de orientarte; pero a la misma vez llega Ro y sus locuras para desbaratar cualquier plan y vivir mil aventuras que nunca hubieran cabido en un plan.
Pero sea como sea, tener un objetivo es un buen punto de referencia en caso de duda y es una forma muy buena de materializar tu “para qué” en un “cómo”, o una forma de bajar a tierra lo que está en tu mente.
Además, nos permite compararnos a nosotros mismos con el pasado y valorar en condiciones todo lo que hemos crecido.
Que viendo los objetivos del 2021, ha sido mucho.
1. Ayudar a 20 personas
Una vez más, parece un objetivo muy exigente, pero sirve como faro hacia el que caminar y con el que motivarnos.
Es una manera de recordar que esto lo hacemos por nosotros, sí, pero primero porque queremos que las personas que así lo quieran puedan contar con el apoyo que les permita empezar a vivir de verdad como siempre han querido.
2. Vivir de Párate a Vivir
En concreto, tener antes de 2023 unos ingresos mínimos para cubrir nuestros gastos.
Porque nos apasiona todo lo que hacemos en esta nueva forma de vida, es un propósito increíble y sigue pareciendo un sueño inalcanzable.
Pero somos conscientes de que ha llegado el momento de materializarlo y demostrarnos a nosotros mismos que es real, y para eso queremos que nos permita tener la vida que queremos, que no es para nada lujosa.
3. Volver a viajar
El mundo no se ha recuperado todavía y puede que nunca vuelva a ser el mismo, pero creemos que ha mejorado lo suficiente como para que nos parezca sensato viajar.
Quizás no de la misma manera que antes, pero eso poco importa porque nosotros tampoco somos los mismos de antes.
Aunque sabemos que nos queda todavía trabajo por delante para poder llevar Párate a Vivir al punto al que nos gustaría que estuviera, también hemos tomado la decisión de que vamos a disfrutar de más tiempo libre (no todo es trabajar por tu sueño) y retomar la vuelta al mundo forma parte de esa decisión.
¿Cuándo? No lo sabemos, hay muchas incógnitas por resolver todavía en este 2022, pero ya llegarán las respuestas.
Libros recomendados
Para terminar, te dejamos algunos libros que nos gustaría que nos recomendasen si no hubiéramos leído.
Porque leer nos parece una de las mejores formas de vivir.
De todas las formas de entretenimiento y de disfrutar experiencias más allá de las tuyas propias, ninguna será más potente que la lectura, porque te da una historia y el resto lo pone tu imaginación, los mejores efectos especiales que hay.
Musashi, de Eiji Yoshikawa
Este libro ha sido la gran sorpresa del año.
Llegó a nosotros por casualidad y sin haber oído nada de él, de hecho el nombre de Musashi quizá lo habíamos visto en alguna serie o juego japonés, pero no teníamos ni la más remota idea de que era una figura tan reconocida y venerada en Japón.
Es el mayor samurái de todos los tiempos, llegando a un punto donde se mezclan realidad y leyenda de la misma manera que puede pasar en España con la figura del Cid.
Así que imagina cómo lo hemos disfrutado, nosotros que adoramos la cultura japonesa y todo lo que la rodea, saboreando todo lo que nos llega de ella en forma de libros, películas, anime… pero todo se queda corto en comparación con Musashi.
Este libro sirve como biografía libre de Miyamoto Musashi, dejando en manos del lector el definir dónde acaba la figura histórica y donde empieza la leyenda. Para ser un libro tan extenso de más de 1.000 páginas, se lee con muchísima facilidad y consigue que cada capítulo sea emocionante.
A poco que disfrutes con las historias de samuráis, espadachines que vagabundean de pueblo en pueblo, historias personales con resultados inesperados debido a ese profundo sentido del honor y el misticismo que emana de Japón… vas a disfrutar cada página de Musashi.
Pero no acaba ahí. La sorpresa no ha sido sólo descubrir el libro o la historia de la que beben muchas películas o animes japoneses, es que además va un paso más allá y no es sólo un libro de aventuras y combates de espada.
En realidad esconde un mundo interior enorme, el de Musashi en concreto y algunos otros personajes en paralelo, de manera que vas descubriéndolo, aprendiendo y creciendo con ellos.
Te explica el verdadero significado del Camino de la Espada o el Camino del Samurái, que para los pocos que lo entienden correctamente no es ni más ni menos que una filosofía de vida, tan válida hoy como hace 400 años.
El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl
Es un libro corto que nos sorprendió porque no era lo que esperábamos.
Habíamos leído algunos fragmentos del libro durante algunas de nuestras formaciones, pero no sabíamos que más de la mitad del libro es un relato de la experiencia del autor en los campos de concentración nazis, empezando por Auschwitz.
Aunque nos ha gustado porque es un tema que siempre nos ha cautivado por todo su trasfondo y las profundas emociones que ha despertado siempre ese campo de concentración en nosotros, no esperábamos descubrir tantos detalles sobre el día a día del que fue uno de los peores infiernos en la tierra.
Algunas veces pueden ser detalles anecdóticos o curiosos para reflexionar de lo inesperado del resultado en una situación tan extrema, pero por lo general lo cuenta con idea de hacerte comprender un punto de vista sobre la vida tan bonito, optimista y liberador sin que tengas que pasar por una experiencia tan dolorosa.
El libro tiene una primera parte en la que trata de hacer que te metas en sus zapatos y así puedas llegar a ese nivel de comprensión.
El resultado es de un valor incalculable pero para lograrlo tendrás que pasar por una lectura dura y bastante deprimente si te metes mucho en el papel, peor aún si has visitado uno de esos campos de exterminio.
A cambio, como recompensa te explica una forma de ver la vida nueva, que puede que cambie tu mentalidad para siempre. Tú decides si merece la pena.
La segunda parte del libro cambia radicalmente de estilo.
Es como si fuera otro completamente distinto en el que Viktor Frankl te explica, en un tono muy académico, su metología y la rama de pensamiento que desarrolló (logoterapia y el análisis existencial) para ayudar a otras personas como psiquiatra.
Si no te interesa, quédate con la primera parte del libro.
Coaching, de John Whitmore
Es la biblia del coaching. En él, uno de sus creadores explica qué es, cómo nació, para qué lo hizo y qué puede conseguir.
Sirve como referente y base de esta técnica de autoconocimiento y quizá esté más enfocado a aquellas personas que quieran descubrir el mundo del coaching para ser, finalmente, coach.
Pero sigue siendo una lectura muy reveladora para cualquier persona que quiera aprender sobre sí misma y tenga interés en su desarrollo personal. Sólo ten en cuenta que puede que algunos capítulos no te interesen lo más mínimo, sólo sáltatelos y sigue adelante.
Puede ser una buena lectura previa a un proceso de coaching, ya que comprenderás mejor cómo funcionan estas sesiones y les sacarás más partido.
El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien
Porque no todo es teoría, también hay otras formas de aprender y crecer como por ejemplo disfrutar y dejarse llevar por historias que te atrapen.
Y como dos buenos frikis que somos, no podemos dejar pasar la oportunidad de traerte dos grandes sagas de la literatura fantástica, empezando por toda la obra de Tolkien.
Por mucho que hayas visto las películas, leer El Hobbit o El Señor de los Anillos es una experiencia incomparable, por algo es el padre de muchos seres fantásticos que otros han imitado y potenciado.
Sí es cierto que puede que no sea una lectura ligera, tiene descripciones muy detalladas que pueden hacerte desconectar, pero una vez que te metes en el mundo de Tolkien, no volverás a salir.
Empieza por el Hobbit que sí es un libro más accesible y cuando hayas acabado con El Señor de los Anillos, sigue tu camino con El Silmarillion.
Harry Potter, de J. K. Rowling
La otra gran saga de fantasía no podía ser más que Harry Potter, que también celebra su 20 aniversario y es una lectura mucho más fácil, pensada para todas las edades.
Al igual que Tolkien creó el mayor mundo de épica fantástica, no hay un mundo más mágico que el de Harry Potter.
Como punto extra, si quieres mejorar tu inglés y todavía no has leído Harry Potter (o tienes ganas de volver a hacerlo), es una opción muy recomendable.
Sinceramente, no hace falta decir mucho más de estas dos sagas. Seguramente ya las conoces y si no es así, es mejor que las descubras por tu cuenta.
Así, acabamos el resumen del año 2021. Cuéntanos ahora tú:
¿Qué has aprendido?
¿Cuál es tu siguiente paso?
¿Qué libro nos recomiendas?